La estrategia que seguimos para realizar esta campaña tiene un doble objetivo. Por un lado, mostrar que muchas de las personas de nuestro entorno, aunque no lo parezca, son usuarios de estos servicios, como Juan, Alberto o Carlos. Y por otro, concienciar de que cada vez que se hace uso de este tipo de servicios lo que realmente está sucediendo es que se está “invirtiendo” en sufrimiento, extorsión, vejaciones… De esta manera se lucha contra la “normalización” del uso de este tipo de servicios y sensibilizar a los potenciales usuarios invitándoles a “no invertir” en ellos.